Arrastró la mochila hasta el cuarto de baño y comenzó a repasar el material: martillo de cocina, paquete de bridas con cúter de regalo, un litro de gasolina, dos cajas de cerillas, dos metros de cuerda, juego de cuchillos japoneses -de los que regalan con el periódico dominical- y bolsas de basura. La mochila incluía, además, el correspondiente kit de limpieza y un ambientador en espray con olor a frutos del bosque. Se sentó en el borde de la bañera pensando si debería quitarse los rulos, pero le quedaban apenas unos minutos; Demetrio no tardaría en llegar a casa.
Todo estaba listo, era imposible que su plan fallara. Hasta que se dio cuenta de algo: el cianuro. Había olvidado comprar cianuro.
Categoría: Microrrelatos