Desde la cama del hotel podía escuchar el rugido de la ciudad. Se levantó y contempló las luces de los coches, atrapadas como luciérnagas en un frasco de cristal. Su piel aún conservaba el aroma de aquel perfume, una mezcla de sudor añejo y cobardes promesas. La llamada perdida en el móvil era un eco…
Microrrelatos
El pescador
El pescador permanecía inmóvil en la barca. Sus redes gastadas descansaban entre sus manos callosas y arrugadas -fuertes como las cuerdas de su bote- y el viento salado del norte penetraba en cada surco de su rostro, como si acariciara la corteza de un árbol viejo.
Gaviota
Sobre aquel embarcadero viejo y destartalado, una gaviota permanecía impasible, observando el horizonte con la serenidad de quien lo ha visto todo.