Una tarde de lluvia incesante, el cielo lloraba lágrimas plateadas que besaban la tierra sedienta. Los charcos, espejos fugaces, reflejaban el alma del mundo en sus abrazos acuáticos. Y en ese instante, un paraguas solitario cobijaba dos corazones unidos en silencio, con miradas entrelazadas como los hilos de lluvia fundiéndose en el suelo. El rumor…
El abrazo etéreo
Invisible, el aire se desplaza, como un velo sutil, acariciando la existencia, tejiendo, en su inmensidad, un lienzo de sensaciones, donde sus hilos son pensamientos, susurros y confesiones. En la vastedad de su dominio, cruza montañas y valles, desiertos y océanos, elemento intangible, testigo de la vida, impulsa al mundo en su danza perpetua. No…
La loca que compró un cordón de oro para atarlo a la punta de una estrella
Decían que estaba loca por ello. Porque se cansó de dormir en la oscuridad; porque la negrura le daba miedo; y porque decidió acercarse a una mercería para comprar metros y metros de cordón de oro. Se armó de valor y esperó a que se hiciese de noche para que nadie la viese, pero, ignorante…